
La evolución de la educación hacia una era de la Inteligencia Cognitiva, se encuentra inmersa en el creciente campo de investigación de la neurociencia, imponiendo grandes desafíos para los profesionales y organizaciones de cualquier sector, orientados a responder necesidades de formación del talento en constante cambio y ritmo trepidante en el que se desarrollan las economías sin fronteras, cada vez más presentes en entornos digitalizados.

En este escenario del desarrollo de la neurociencia y la inteligencia cognitiva , destacan la hiperconectividad y el smartphone, como medios facilitadores que juegan un rol trascendente, de tal forma que se denota la importancia de la adaptabilidad de los modelos de aprendizaje y un conocimiento más profundo de ¿Cómo aprendemos?, a través de la información hasta ahora conocida sobre el funcionamiento de nuestro cerebro y memoria, elementos que hacen posible estrechar la brecha en la entrega del conocimiento, desarrollo del entrenamiento y en general, el aprendizaje en cualquier de sus formas, dirigido a quienes buscan en el día a día alcanzar el éxito, mejorar o innovar con productos/servicios; o bien dar solución a situaciones o problemáticas que se presentan en sus centros de trabajo, fábricas, etc. Todo ello, acompañado de la búsqueda continua para mejorar las competencias profesionales o personales; siendo así, el microaprendizaje una opción para adaptarse de manera natural a las atareadas agendas de quiénes gustan aprender sobre la marcha.
Stanislas Dehaene, uno de los principales neurocientíficos contemporáneos de origen francés, define en sulibro “¿Cómo aprendemos?” (2019), el significado de “aprender”, y lo describe como la construcción de un modelo o modelos internos del mundo exterior, al observar nuestro cerebro como portador de miles de esos modelos internos (desde una perspectiva metafórica, equivalente a maquetas o modelos a escalas, más o menos fieles a la realidad que representan). Tenemos todo en el cerebro; por ejemplo, un plano de nuestro barrio, o un mapa mental de nuestra casa u oficina, podemos cerrar los ojos y verlos con el pensamiento. Por supuesto, nadie preconcibe este mapa mental, sino que cada individuo tuvo que adquirirlo mediante el aprendizaje.
¿Qué es la inteligencia?
Entre las definiciones mejor aceptadas, fue publicada por los profesores Resing y Drenth, donde la describen como “El conjunto de las habilidades cognitivas o intelectuales necesarias para obtener conocimientos y utilizar esos conocimientos de forma correcta, con el fin de resolver problemas que tengan un objetivo y una meta bien descritos”. Por tanto, la Inteligencia Cognitiva se refiere a las diversas capacidades de las personas en relación a la memoria, la atención o el lenguaje, entre otros; y que comúnmente se mide a través de lo que conocemos como Coeficiente Intelectual (CI/IQ), sin ser él único.
¿Cómo se relacionan la “Inteligencia Cognitiva y Emocional” con los factores del éxito?
Investigadores como el psicólogo estadounidense Daniel Goleman, considera que la inteligencia cognitiva contribuye en un 20% de los factores que determinan el éxito, y atribuye un 80% a aspectos referenciados directamente a la inteligencia emocional, la cual define como la capacidad para gestionar las emociones y relacionarse bien con los demás, permitiendo alcanzar mayores grados de influencia y satisfacción personal. Al estar sintonizado con tus emociones, te permitirá comprender los sentimientos con quienes interactúas y canalizarlos de forma productiva para tomar decisiones que influyan positivamente en nuestra vida y proyectos, dejando atrás los sentimientos negativos, controlarte en situaciones inestables o entender a los demás cuando actúan de formas que te sorprenden o exasperen. (Daniel Goleman, Inteligencia Emocional, 2021)
¿Qué es el Microaprendizaje o microlearning?
Entre múltiples definiciones, se describe como la metodología que utiliza microcápsulas con temas y/o contenidos para el aprendizaje, las cuales se diseñan en formato audiovisual con unidades de corto tiempo y pueden accederse en cualquier momento o lugar (sobre demanda/on demand), encapsulando información de lo que nos interesa profundizar en el momento que lo necesitamos, haciendo uso de medios electrónicos a través de dispositivos móviles o fijos, preferentemente con conexión a internet. Las microcápsulas de aprendizaje, representan un recurso que aporta nuevas formas de construir conocimiento, y la posibilidad de contribuir al proceso del aprendizaje significativo.
En un contexto más amplio, el microaprendizaje, refiere a un método de formación que incluye unidades breves de contenidos o actividades para el aprendizaje, usualmente en espacios de tiempo que van desde los 20 segundos a los 20 minutos promedio, donde se proporcionan diferentes combinaciones de formatos/presentación de contenidos para el desarrollo de la práctica, incentivar el comportamiento, soporte al rendimiento, recordatorio de métodos/técnicas o uso de herramientas, inducción de mensajes, designar tareas, interrelación social o comunicativa, entrenamiento, metodologías de intercomunicación para el liderazgo directivo y cualquier otra relacionada con el aprendizaje para el desarrollo de las soft, hard y power skills, entre otros.
La repercusión de la neurociencia y su vínculo con el microaprendizaje.
La neurociencia hoy en día, establece planteamientos científicos sobre la forma en que aprende nuestra mente. Este conocimiento toma gran relevancia para entender y proponer mejores materiales de aprendizaje. Según investigaciones y estudios de neurociencia, el cerebro humano no puede concentrarse más de 20 minutos en un tópico específico, después de este tiempo, la mente pierde concentración y capacidad de retención. por tanto requiere espacios para despejarse y aprender.
Los neurocientíficos han descubierto cómo funciona y aprende nuestra mente. Entender el funcionamiento de nuestro cerebro se torna relevante para tomar decisiones en la forma de presentar e introducir mejores materiales y métodos para el aprendizaje.
Expertos en educación como la Dra. Barbara Oakley, profesora de ingeniería en la Universidad de Oakland, Universidad de McMaster y Universidad de San Diego, CA., autora de 9 libros, creadora y profesora del curso de “Coursera” más seguido en el mundo “Aprendiendo a aprender”, relacionada en numerosas áreas de investigación, desde la educación STEAM a prácticas de aprendizaje, enuncia estudios e investigaciones que describen cómo nuestro cerebro cuenta con dos formas diferentes de pensar y hacer frente a los problemas, incluyendo “aprender” y los denomina como: “Modo Enfocado” y “Modo Difuso”. Por tanto, nuestra mente se encontrará en “Modo Enfocado” al intentar concentrarse en algo; un ejemplo de esto puede presentarse cuando intentamos resolver una aplicación de modelo práctico estadístico sobre un escenario en particular, o bien, dar respuesta a un problema crítico que se presenta en una línea de producción de una fábrica, entre otros.
El “Modo Difuso” se presenta cuando se libera el sentido creativo y se asocia para encontrar nuevas soluciones a un problema específico, o crear arte, aprender un nuevo concepto o completamente nuevo.
Oakley propone que necesitamos ambos modos de pensar para lograr nuestras metas de aprendizaje y denota la importancia de integrar el microaprendizaje a los modelos de aprendizaje que permita dar al cerebro los espacios de tiempo requeridos para transitar del “modo enfocado” al “modo difuso” y viceversa.
De acuerdo con Oakley, las investigaciones llevadas a cabo por neurocientíficos, han descubierto un conjunto de conexiones subterráneas en el cerebro, al cual lo denominan “Red Neuronal por Defecto”, la cual se activa cuando la mente divaga, y también se bloquea cuando intenta resolver un problema. Se descubrió esta red por accidente en el año 2001, cuando neuro investigadores observaron que los sujetos de sus estudios, quienes se encontraban descansando entre actividades, no estaban apagando el cerebro.
Estos hallazgos muestran como durante las horas del día, se alterna entre estados de concentración y estados de divagación; estimando así, que entre un 30% a 50% de las horas que permanecemos despiertos, las pasamos con pensamientos que no tienen relación con la tarea que estamos realizando (Christoff, et al., 2016). La duración de cada estado puede variar, incluso el reflejo de parpadear puede conducirnos momentáneamente al modo por defecto. Soñar despiertos, por otro lado, puede llevarnos al modo por defecto durante períodos más largos, a veces más largos de los que nos gustaría.
¿Cuál es la utilidad de todo lo que nos describe la Dra. Oakley? Se vuelve trascendente e importante especialmente cuando intentamos resolver problemas difíciles en un examen, o bien, entender un concepto nuevo o complicado. Resulta que cuando nos encontramos sobrecargados al intentar averiguar algo que se nos presenta, lo peor que podemos hacer es insistir en concentrarnos en ello. Mientras estemos concentrados en el problema, estaremos bloqueando la red neuronal que necesitamos para buscar y descubrir la solución que buscamos (Sarathy, 2018).
Como ya se mencionó. estos dos modos de pensamiento cotidiano, el “Modo Concentrado” y un “Modo más Abierto y Difuso” conocido por los neurocientíficos como “red neuronal por defecto”, son como tableros de pinball en nuestro cerebro (Ver siguiente gráfico), uno de los resortes más juntos (izquierda) y el otro más separados (derecha). Normalmente cuando estamos resolviendo un problema nuestros pensamientos se mueven a través de rutas neuronales que ya están marcadas porque ya hemos resuelto problemas como ese antes. (Las rutas neuronales previamente marcadas se representan con las líneas difuminadas de la izquierda).

Sin embargo, si nos bloqueamos, no estaremos en condiciones de utilizar las rutas normales para la resolución de problemas, necesitamos distanciarnos del foco del problema para dar paso a que el “modo difuso” comience a trabajar (derecha). Mientras tanto, aún podemos concentrarnos en otra cosa.
En algún momento de tu vida te habrán recomendado que tomar un descanso cuando estamos bloqueados en algo, es inclusive en la mayoría de las personas, una reacción de sentido común. La neurociencia no nos dice nada nuevo; sin embargo, la Dra. Oakley nos ilustra en demostrar que la neurociencia si nos está contando algo nuevo y muy útil. Muchas veces escuchamos o leemos que ser persistentes es la clave del éxito, es la razón por la que en ocasiones, nosotros y nuestros hijos trabajamos durante horas en un problema o tarea, intentando sin éxito un enfoque tras otro. Sólo después de claudicar, alejarnos o hacer a un lado realmente nuestra mente del problema, es cuando nuestro cerebro comienza esa búsqueda inconsistente en los antecedentes que requerimos para encontrar la solución. Por tanto, la neurociencia nos da permiso para darnos un descanso cuando se bloquea nuestro cerebro, y ese descanso nos ayudará en la obtención de la solución.
Lo anterior, hace parecer el planteamiento intrascendente; y no es así, un ejemplo de ello es observar a muchos niños que no saben cómo funciona su cerebro y piensan que no son capaces de aprender matemáticas, al encontrarse con obstáculos de aprendizaje que son totalmente normales. En algunos casos, pueden llegar a abandonar las matemáticas, porque no saben que está bien alejarse durante un momento, cuando no son capaces de encontrar una solución.
Estos enunciados simples con sustento científico, nos lleva a considerar la literatura y descubrimientos neurocientíficos, como un elemento viable de aplicación en los métodos, herramientas y plataformas para el microaprendizaje, y que se encuentran en creciente evolución. No es casualidad que existan propuestas innovadoras y de tendencia que dan grandes resultados con la integración de las nuevas tecnologías, las cuales se robustecen para continuar presentando avances y soluciones significativas orientadas a apoyar con mayor potencial el desarrollo del aprendizaje y talentos de los individuos en cualquier parte del planeta. ¡Es excitante el mundo de posibilidades que nos depara el futuro inmediato para el logro de objetivos de aprendizaje sin precedentes de las nuevas generaciones!
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Mtro. Juan Manuel Agüera Castro
Rector Campus Virtual, Digital y Tecnológico de la Universidad de Oriente
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Fuentes de Información:
Libro: Inteligencia Emocional, Daniel Goleman, 2021.
Libro: ¿Cómo aprendemos?, Stanislas Dehaene, 2019.
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