
El liderazgo es un proceso donde una persona debe influir en otras para alcanzar objetivos; esta persona es el líder. Etimológicamente la palabra líder significa guiar o dirigir; dentro de las organizaciones para que el liderazgo funcione como tal, lo ideal es que la persona asignada para dirigir al grupo de colaboradores, sea una persona que tenga pleno conocimiento de las tareas que va a guiar, así como de relaciones humanas, para saber cómo dirigirse a sus colaboradores en la asignación de sus actividades.
Habilidades del líder
Como se mencionó anteriormente, uno de los principales requisitos para ser líder organizacional, es tener pleno conocimiento de las labores a su cargo (saber y hacer), lo cual garantiza la operatividad de la organización; a esto, en palabras de Newstrom en su libro “Comportamiento Humano en el Trabajo” (2011), se le conoce como habilidad técnica; otra habilidad importante que también menciona este autor es la humana, aprender cómo tratar a las personas a su mando (ser) , de tal manera que el ambiente laboral sea propicio para que todos alcancen sus objetivos; y también por supuesto, una tercera habilidad, la de conceptualización, donde el líder sea capaz de planear, organizar, controlar, y sobre todo, tomar decisiones acertadamente para una dirección viable de la organización.
Estilos de liderazgo
Experto en tareas y experto en relaciones humanas, es el ideal de un líder organizacional; lograr un equilibrio entre ambos aspectos, coadyuva a guiar adecuadamente al equipo a la consecución de la metas; con base en el experimento realizado por Kurt Lewin en 1939 (Chiavenato 2017, Newstrom 2011), sobre la atmósfera grupal, en donde identificó tres estilos de liderazgo, el líder que logra este equilibrio, es el democrático, un líder que propone; como confía en la capacidad de su equipo, lo considera en la toma de decisiones y delega responsabilidades. Los estilos que no logran este equilibrio, son el autocrático y el laissez-faire (término francés que se traduce como: dejar hacer); el primero se centra en las tareas; es un líder que impone, no toma en cuenta al equipo en la toma de decisiones, ni delega responsabilidades; la comunicación agresiva, suele ser la que utiliza para dirigirse a sus colaboradores; el segundo se interesa más por las relaciones humanas; éste no impone, pero tampoco propone, otorga al equipo completa libertad, pero no porque confíe en su capacidad, sino, porque no sabe tomar decisiones. La comunicación pasiva caracteriza a este líder.
Los estilos autocrático y laissez-faire no garantizan la productividad, ya que en el primero, si el líder se ausenta, el equipo no sabe qué hacer; en el segundo, ni estando el líder saben exactamente qué hacer.
Estrategias comunicativas del líder
Ni la comunicación agresiva ni la pasiva, consiguen integrar equipos de alto desempeño; lo hace la asertiva, comunicación utilizada por el líder democrático. Cuando el rendimiento de algún colaborador baja, es importante descubrir el porqué, para lo cual es necesario entablar un diálogo, siendo empático; también cuando se presenta otro tipo de conflicto; la escucha activa, es una estrategia de la asertividad, que consiste en retroalimentar a su interlocutor haciendo pequeños comentarios, parafraseando; sirve para confirmar que el mensaje fue decodificado correctamente; a esto se le llama validar el mensaje.
Algunos colaboradores se muestran renuentes a la apertura con el jefe, para ello se puede utilizar la estrategia de «abre puertas», donde le da la confianza al mismo, para que le exprese su inconformidad; para esto se debe evitar el reproche, el sermón o el chantaje, ya que lo que se pretende es infundirle confianza; que sepa que se le está comprendiendo, y puede confiar para hablar libremente.
La mejor manera que tiene el líder para comunicarse sin afectar las relaciones entre él y sus colaboradores, es utilizar «mensajes yo», los cuales consisten en expresar libremente sus sentimientos pero sin dañar los de su interlocutor, aquí simplemente le hace saber cómo se siente respecto a su conducta, y lo que provoca con ella; sin reproches, sin culpas; esto último lo utiliza el líder que emplea los «mensajes tú”, específicamente, el autocrático, quien responsabiliza a los colaboradores de los actos fallidos.
En conclusión, para integrar equipos de alto desempeño, y por ende, elevar la productividad de la organización, el líder debe saber qué hacer y cómo tratar a sus colaboradores, para ello precisa: saber, hacer y ser.
Bibliografía:
- Chiavenato, Idalberto (2020). Administración de recursos humanos. México: Mc Graw Hill
- Chiavenato, Idalberto (2017). Comportamiento organizacional. México: Mc Graw Hill
- Gordon, Thomas (2014). Líderes Eficaz y Técnicamente Preparados. México: Diana
- Newstron, John W. (2011). Comportamiento Humano en el Trabajo. México: Mc Graw Hill

Dr. Celia Trujillo Martínez
Docente de UO Global Universidad Online
Licenciada en Psicología Clínica, Maestra en Administración, cuenta con un Máster en Logopedia Clínica y Escolar. Es Dra. en Psicología. Docente universitaria desde 1997. Psicoterapeuta y Terapeuta de Lenguaje en Práctica Privada. Administradora de su centro de trabajo Psicología Integral: Desarrollo Personal y Profesional
Artículos en su sitio web www.celiatrujillo.com.mx
Libro: Los Hombres A Veces Estorban